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Cosas que arruinan tu automóvil y no lo sabías

Publicado en 12 de noviembre de 2025

Cuidar del coche va mucho más allá de repostar y lavarlo de vez en cuando. Muchas veces, pequeños hábitos del día a día terminan dañando el vehículo sin que el conductor se dé cuenta. Estas actitudes pueden reducir la vida útil de piezas importantes, afectar la estética e incluso comprometer la seguridad. Por eso, conocer las principales cosas que arruinan tu automóvil es fundamental para evitar dolores de cabeza y gastos innecesarios.

Combustible de mala calidad

Repostar en estaciones de dudosa procedencia puede ser un gran enemigo. El combustible adulterado daña el motor, tapa los inyectores y causa fallos en el rendimiento. Aunque parezca más barato al principio, el costo de mantenimiento será mucho mayor a largo plazo. Siempre elige estaciones de confianza y evita sorpresas desagradables.

Falta de mantenimiento preventivo

Ignorar las revisiones periódicas es otro error común. El manual del vehículo indica cuándo cambiar el aceite, filtros, bujías y otros componentes. Cuando esta rutina se deja de lado, el motor trabaja con esfuerzo, el consumo de combustible aumenta y las posibilidades de avería también crecen. El mantenimiento preventivo siempre es más barato que el correctivo.

Lavar el coche de manera incorrecta

Mucha gente cree que cualquier producto sirve para lavar el coche, pero no es así. Los detergentes de cocina, por ejemplo, eliminan la cera protectora y resecan la pintura. Además, usar esponjas ásperas puede rayar la carrocería. Lo ideal es utilizar champús automotrices específicos y accesorios adecuados, como guantes de microfibra.

Conducir siempre en reserva

Quien tiene el hábito de manejar con el tanque casi vacío debe repensar esta práctica. El combustible en reserva puede arrastrar suciedad acumulada en el fondo del tanque, obstruyendo el sistema de alimentación. Además, la bomba de combustible puede sobrecalentarse y quemarse. Mantener al menos 1/4 del tanque lleno es una buena práctica.

Ignorar los neumáticos

Conducir con neumáticos desgastados o mal calibrados no solo compromete la maniobrabilidad, sino que también aumenta el riesgo de accidentes. Los neumáticos desinflados exigen más del motor, incrementan el consumo y pueden reventar a alta velocidad. En cambio, los excesivamente inflados reducen la adherencia. Calibrar cada 15 días y acompañar el desgaste es esencial.

Exposición excesiva al sol

Dejar el coche estacionado constantemente bajo el sol fuerte acelera el desgaste de la pintura, reseca las gomas y daña el tablero interno. La radiación UV es una de las principales cosas que arruinan tu automóvil sin que lo notes. Siempre que sea posible, aparca en lugares cubiertos y utiliza protectores en el parabrisas, además de aplicar ceras protectoras como Hybrid Wax Vonixx, que contiene carnauba y no solo protege, sino que también proporciona un excelente brillo.

Retrasar el cambio de aceite

El aceite del motor tiene la función de lubricar, reducir la fricción y mantener las piezas en buen funcionamiento. Cuando su cambio se descuida, el lubricante pierde eficiencia, el motor se calienta más y el desgaste interno aumenta. Esta es una de las fallas más graves y puede incluso llevar a la pérdida total del motor.

Conducir de forma agresiva

Aceleraciones bruscas, frenadas fuertes y uso excesivo del embrague reducen la vida útil de varios componentes. Además de gastar más combustible, este tipo de conducción daña frenos, embrague, neumáticos e incluso la suspensión. Conducir de forma suave es sinónimo de ahorro y durabilidad.

No cuidar la parte eléctrica

La batería, el alternador y el cableado también necesitan atención. Instalaciones mal hechas, como equipos de sonido instalados sin un profesional especializado, pueden provocar cortocircuitos e incluso incendios. Una batería que se descarga repentinamente también es señal de que algo no anda bien. Mantener revisada la parte eléctrica garantiza el buen funcionamiento de todo el coche.

Dejar suciedad acumulada

Residuos como polvo, barro y hojas acumuladas pueden parecer inofensivos, pero causan corrosión y obstrucción de desagües. Esto provoca filtraciones en el interior del coche y manchas en la pintura. La limpieza regular, tanto interna como externa, es indispensable para conservar el vehículo. Para resolver este problema, considera lavar con un champú de pH neutro como V-Floc Vonixx, que no agrede la pintura.

Conclusión

Muchos conductores creen que cuidar del coche consiste solo en repostar y lavarlo de vez en cuando. Sin embargo, como vimos, existen diversas cosas que arruinan tu automóvil sin que lo notes. El combustible de mala calidad, los retrasos en el mantenimiento, la exposición al sol e incluso pequeños descuidos en la limpieza pueden generar grandes perjuicios.

Al adoptar prácticas simples, como repostar en lugares de confianza, realizar revisiones periódicas, usar productos automotrices adecuados y conducir de forma consciente, prolongas la vida útil de tu vehículo y evitas gastos inesperados. Recuerda: la prevención siempre será más económica que la corrección.

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